PRONUNCIAMIENTO
Con el corazón destrozado por el fallecimiento de nuestro amado hijo y hermano el Dr. Abimael Guzmán responsabilizamos a los que correspondan del Estado peruano y la Marina de Guerra por el crimen que han cometido.
Al Dr. Guzmán lo han mantenido en permanente tortura durante 29 años, absolutamente aislado en una mazmorra militar y provocándole intencionadamente un progresivo quebrantamiento de su salud. Se le ha negado el irrestricto derecho de todo prisionero a visita familiar, en particular de su señora esposa la profesora Elena Yparraguirre, así como a una humanitaria y oportuna atención médica.
En los últimos tiempos acrecentaron su perfidia y premeditada sed de venganza contra él buscando su total indefensión, persiguiendo y encarcelando a sus abogados. En sus últimos días, no obstante su avanzada edad de adulto mayor y su grave estado de salud prohibieron a su esposa verlo y asistirlo como ella reiteradamente lo había solicitado. Luego han desatado infamemente una cobarde e infundada campaña de injurias a través de sus más retrógrados representantes políticos y de su más abyecta prensa y tv y amenazan con perseguir, reprimir y apresar a quienes ejerzan su derecho a expresarse y denuncien estos siniestros planes propios de dictaduras antidemocráticas.
Hacemos llegar nuestro más profundo y sentido pésame a la señora Elena Yparraguirre y al pueblo peruano por el doloroso fallecimiento del Dr. Guzmán. ¡Exigimos que el Estado peruano cumpla con las leyes para que su esposa pueda comprobar su deceso y que sea ella la que determine el destino de su descanso final!
¡Honor y gloria eterna al Dr. Abimael Guzmán!
Familiares del Dr. Guzmán.
Suecia, 12 de septiembre de 2021.
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