miércoles, 29 de julio de 2020

LA NOCHE DE LOS BASTONES LARGOS

HISTORIA ARGENTINA

PABLO BONAVENA



Nuevo aniversario de la Noche de los Bastones Largos. Su base fue una alianza entre católicos, nacionalistas, liberales y peronistas, que coincidían con sus históricas posturas contra la Reforma Universitaria, sus alineamientos en la disputa "libre vs. laica" y en el anticomunismo. Es necesario recordar que en la preparación del golpe de Onganía tuvo una gran importancia la “cuestión comunista”. Es conocida la campaña contra Illia por su “lentitud” (le decían la “tortuga”) y pasividad en todos los aspectos de la gestión. Pero al respecto hay un dato menos recordado: esa lentitud también se le atribuía frente a la “penetración comunista”. Este parecer era compartido por los sectores neoperonistas, Vandor y la mayoría de los sindicatos peronistas,la Iglesia Católica y la porción del peronismo alineada con Juan Domingo Perón. El diputado Carlos Cattonaro, miembro de este espacio político, era uno de los que fustigaba en 1965 a la autonomía universitaria, arguyendo que no era factible la existencia de “un Estado dentro del Estado”, y denunciaba la “infiltración comunista” que invadía y pervertía las casas de altos estudios. El diputado peronista Isaías Nougués, por su parte, exteriorizó en agosto de ese año: “las universidades son verdaderos reductos comunistas”. 

En la misma dirección, Cattonaro, en la sesión del parlamento del 20 de agosto del 65, manifestó: “Nuestro bloque va a plantear concretamente el problema de la penetración comunista en las universidades argentinas, que están siendo tomadas por las garras del apátrida comunismo internacional”. Sus palabras tuvieron mucha repercusión, pues expresaba la postura del bloque leal a Perón. En realidad, la iniciativa golpista fue vivida como una buena oportunidad para los intereses del peronismo. Rodolfo Puiggrós, vinculado a círculos peronistas, anticipaba que era inminente el derrocamiento militar del gobierno radical, augurando una nueva unión entre “las masas populares y la armas”; sentenció: “estamos en los umbrales de una nueva revolución nacional”. 

Las esperanzas sobre la figura de Onganía eran muy amplias dentro del justicialismo. El peronismo universitario compartía esas expectativas y buscaba reagruparse para intervenir dentro de la alianza golpista. Recordemos que los sectores católicos y peronistas, en general, consideraban que Onganía era nacionalista, con pasado peronista y, tal vez, un “nuevo Perón”. Arturo Jauretche, que también mantenía vínculos con algunos estudiantes peronistas en la universidad, le dio “un voto de confianza al nuevo gobierno”. En la ciudad de La Plata, desde un pequeño grupo peronista se formó la Federación Universitaria de la Revolución Argentina (FURA) para apoyar la dictadura; luego sería el FURN.

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