Se trata de "Un oscuro día de injusticia"
Demian Urdinenero 22, 2021
“Un oscuro día de injusticia” es el único cortometraje animado argentino nominado a los Oscar. La producción que cuenta las últimas horas en la vida de Rodolfo Walsh, deberá competir contra otros cortos para consagrarse ganadora.
“Un oscuro día de injusticia”, realizado por Daniela Fiore y Julio Azamor, se encuentra frente a un duro desafío: ser el único cortometraje animado argentino calificado para los premios Oscar. El proyecto que cuenta, desde un tono poético, las últimas horas en la vida de Rodolfo Walsh se medirá frente a las grandes producciones del género para poder alcanzar la tan preciada terna.
El cortometraje, que se basó en un relato escrito por Julio Miguel Azamor Origone -uno de los coguionistas de la revista del Museo del Cine- narra el último día en la vida de Rodolfo Walsh, previo a ser emboscado y acribillado en la intersección de las avenidas Entre Ríos y San Juan. Como explican sus directores, “la idea de retratar este momento fatídico de la historia surge de la admiración del equipo de trabajo por la obra de Walsh, como un homenaje y un modo de recordarlo”.
“Hacer animación en Argentina es muy difícil, como cualquier otra cosa relacionada con lo artístico”, explican los realizadores. En el caso particular de “Un oscuro día de injusticia”, se trató de un proceso artesanal donde la producción estaba ya marcada por la estética inicial con la que habían logrado ganar el financiamiento. Pero contaban con la ventaja de tener un estudio independiente propio, MUTAN.TV, del cual surgió el productor del corto, Alejandro Alba, y que se sostenía en la realización de publicidad privada. “Un oscuro día de injusticia”, como tantos otros proyectos personales en carpeta, necesitaba de financiación en un ámbito con pocos concursos y todavía menos sponsors interesados en la inversión. “Por ser un trabajo que requiere de equipos importantes, esta etapa es importantísima”, cuentan Fiore y Azamor. Y detallan: “fuimos quince personas trabajando en diferentes roles, cumpliendo varias funciones, incluyendo el sonido”.
En 2015, INCAA lanzó el concurso ANIMATE para la producción de cortometrajes animados en Argentina. El grupo de artistas gráfiques y cineastas presentó un guion tentativo y la propuesta estética de dirección. La suerte acompañó al proyecto que resultó uno de los cuatro ganadores y consiguió así financiar la realización del relato inspirado en el último día de vida del periodista y escritor Rodolfo Walsh. Un año y medio llevó terminar el cortometraje y demostró las complejidades de hacer animación en nuestro país.
Para Julio Azamor, este proyecto es parte de un camino que comenzó hace más de dos décadas. “Algunos de los chicos que nos encontrábamos haciendo fanzines en los años noventa tuvimos la inquietud de incursionar en el mundo de la animación porque significaba otra forma de contar”. La primer experiencia que recuerda fue la de formar parte de la producción del corto animado “Gorgonas”, junto a Salvador Sanz y Javier Rovella, con quienes también compartía espacio en el hoy mítico fanzine de historietas Catzole. De sus colaboradores, también salieron productos como “Mercano, el marciano” (2001) o “Lava” (2019) y participaciones en los largometrajes “Patoruzito” (2004) y “Patoruzito: La Gran Aventura” (2006). Para Julio, eso que comenzó como una necesidad terminó siendo una forma de ganarse la vida. “Arranqué a trabajar en estudios de animación donde fui adquiriendo el oficio del animador, siempre rodeado de referentes de la animación que me aportaron mucho”, cuenta Azamor.
Daniela Fiore tampoco era nueva en el oficio de la cinematografía animada. “Imaginadores” (2008), su primera película, representó un aprendizaje muy grande y un gran semillero. “Conocí un equipo increíble de gente con el cual, hasta el día de hoy, hacemos proyectos juntos y somos amigxs”, cuenta la productora y directora. Y encuentra diferencias con respecto a “Un oscuro día de injusticia”, ya que “Imaginadores es un documental con animación en donde el relato se crea una vez que los entrevistados responden las preguntas y le das forma a la película en post-producción”. La historia se cuenta después de filmarla. En esa primera experiencia, la animación fue un complemento visual para descomprimir las entrevistas y darle vida a los personajes de historietas que aparecen.
Pero en el nuevo corto se enfrentaba al desafío de un proyecto íntegramente animado, ficcional, aunque se base en un hecho tristemente ocurrido. “El guion está escrito con licencias que nos permitieron jugar con la animación para darle un significado más poético a la historia”. Pero “Imaginadores” le había dado a Fiore la cancha necesaria. “Estuve mucho más segura en cuanto a la dirección porque, además de estar más vieja, me dio más experiencia profesional”. Gran parte del equipo fue el mismo que en “Imaginadores”, ya se conocía y se entendía. Para Daniela, “trabajar de esa manera se ve en el resultado final, porque se siente el cariño que se le puso en el corto, eso me emociona un montón”.
Desde su estreno, el corto logró una gran recepción por parte del público y jurado, a nivel nacional e internacional. Nada de esto podía imaginarse la dupla de realizadores. “Es muy emocionante y, creemos, se logró lo que queríamos transmitir y nos llena de felicidad”, comentan. “El trabajo toca temas que lamentablemente sensibilizan por las situaciones que se viven en Latinoamérica” y es en este punto en donde radica su actualidad.
Y el éxito, para elles inesperado, se vio rápidamente ganando en La Habana, uno de los festivales de cine más reconocidos del mundo y uno de los más admirados por la dupla. Después vinieron los premios nacionales, con el Festival Internacional de Cine Político, el Festival de Cine de Derechos Humanos, FEESAALP y el Festival de Cine Visión Ribereña. A todos estos galardones se sumaron premios en festivales especializados de animación como el Animación Cartón, el Anima Latina y el premio en el mexicano Festival Internacional de Cine Silente. Ganar en uno de ellos, Chilemonos, como mejor corto latinoamericano les permitió llegar a calificar para los premios Oscar.
Pero, ¿qué significa estar “calificados”? “Significa estar en una lista de cortos de todo el mundo que fueron premiados en distintos festivales”. A partir de ahora, el corto compite con contenidos que tienen una producción increíble, como Disney, Los Simpson o Netflix. En la comparativa, “somos muy chiquitos al lado de ellos en cuanto a los presupuestos para la realización y, además, tuvimos muchas limitaciones para hacer el corto”, recuerda Azamor. Pero sin embargo, confían en la historia y creen que tiene posibilidades. Como explica el también historietista, ahora el corto pasa a una etapa en donde de esa primer lista solo quedan diez y de esos diez eligen cinco, que son los que finalmente llegan a la premiación. Recién el 9 de abril darán la lista de diez cortos y en mayo se conocerán los nominados.
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