lunes, 19 de octubre de 2020

Lo Progresivo no Quita la Desconfianza

La caída de la dictadura boliviana es un elemento progresivo por demás. El dilema es que ahí quedan casi todos los análisis, replicando un "campismo" que ya se asume como farsa y no como tragedia. La resistencia de centenares de miles a las politicas golpistas, resistencia que se ejerció por fuera de la politica del MAS que concilió permanentemente con la dictadura de Añez se pierde de vista. 

Los analisis dejan a las claras las búsquedas de impostar la derrota ideológica de tantos en Argentina (no respires, no te muevas, no te resistas, confiá en Alberto, en Cristina y el voto) a una realidad que se forjó en las luchas que atravesaron al país en las últimas décadas. Ya ni siquiera se trata que conozcan los procesos de luchas de clases que llevaron a la Revolución del 52 y la derrota del régimen conservador de la "Rosca". O la lucha posterior que se expresó en la Asamblea Popular del 1970-71. Por sólo citar dos ejemplos.

Bolivía en el 2005 era ingobernable para la burguesía. La clase trabajadora y campesina boliviana, de frondosa tradición de lucha, se regalaron dos nuevos hitos como la Guerra del Gas y la guerra del Agua, que barrieron con dos presidentes y con todo intento de conservación de la acumulación capitalista en esos términos. La victoria del MAS opera justamente en ese contexto, y en sus 13 años de gobierno, el MAS jamás atentó contra la propiedad privada burguesa. Cuando la "medialuna" golpeó en el 2008 y las masas campesinas contragolpearon fue el gobierno el que las retuvo. La fanfarría de las transformaciones simbólicas (importantes sí, pero no decisivas, como la del Estado Plurinacional) no estuvieron acompañadas de transformaciones materiales de corte socialista. Por el contrario, fue el MAS el sepulturero que sembró las condiciones del golpe del año pasado cuando desmovilizó, lenta pero sistemáticamente, a las masas otrora movilizadas y eso se notó precisamente al final.

Para Alvaro Garcia Linera, teórico por excelencia del conformismo derrotista contemporáneo, en una entrevista años después decía que la "derecha" había sido derrotada en el 2009. Entre el 2012/13 la COB (central sindical) y el Ejército asumieron públicamente posiciones "socialistas". ¿Que más les faltaba para avanzar hacia el socialismo al que el gobierno decía apuntar? ¿Querían una invitación de las burguesía? ¿Un camino de rosas flanqueado por el himno de la Internacional como prolegómeno de la Revolución? 

Esquematizando elementos mucho más complejos, permitámonos decir que los bonapartismos latinoamericanos cumplieron histórica y recientemente el mismo papel que la socialdemocracia europea, a saber, fueron bomberos de la Revolución y, principalmente, desarrolladores de los capitalismos vernáculos incluso más allá de las propias burguesías. Captaron generalmente el interés de la burguesía como clase con particular ojo, pero el empresariado siempre es injusto y los termina derribando para poner gente de propio cuño y empiezan los lamentos (un saludo a Lula da Silva).

En el programa de gobierno para el quinquenio 2014/19 no hay una palabra que hable de Socialismo. Nada. Pueden revisarlo. Sólo referencias a un "Evo 2025". Luego hicieron toda una serie de maniobras para eternizarse en el poder. A mi esa maniobras sobre la democracia burguesa me importan poco si avanzan hacia un poder de masas, si no es así hay que analizarlas.

En el último año Evo regaló un último hito. Le regaló al "hermano" Bolsonaro al revolucionario italiano Cesare Battisti, que el presidente brasileño entregó a las garras del fascismo italiano. El pragmatismo en su último estertor.

Volvemos a insistir, es progresivo que haya caído el régimen de Añez, pero mientras el pueblo boliviano combatía el MAS negociaba todo. En el futuro y como siempre nuestra lealtad estará sólo en la lucha de su pueblo. Como los llorones derrotados que hoy lamentan la derrota del Frente Amplio uruguayo que se cansó de traicionar todo lo traicionable. ¿Es igual que gobierne Lacalle Pou a que gobierne Tabaré Vazquez o Mujica? No. Pero los revolucionarios, los socialistas no hacemos esas preguntas solamente.

Arriba nuestro querido pueblo hermano boliviano. 

Hasta el socialismo siempre !!!

DAMIAN RIPETTA


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